Carballo, el pueblo que mira al mar
En este inicio del verano, la fotografía y la poesía tomaron las ventanas y escaparates del barrio de A Lagoa. La muestra urbana está conformada por una selección de las obras presentadas al concurso
En este inicio del verano, las ventanas del barrio de A Lagoa, en Carballo, miran al mar. ¿Y como eso es posible si nuestro pueblo está a un cuarto de hora en coche de la costa? Una selección de las obras presentadas al concurso fotopoético "Carballo, mirando al mar" ocupa, desde el jueves, 18 de junio, varias de las ventanas y escaparates de las viejas casas de este barrio que fue de los primeros núcleos habitados de la capital bergantiñana, donde está la esencia del Carballo originario.
Nuestro mar fue la fuente de inspiración de las obras presentadas a este concurso que forma parte del proyecto GAC (Grupo de Acción Costera) "Carballo, mirando al mar". La iniciativa, que echó a andar el pasado otoño y termina ahora en este mes de junio, pretendía poner en valor nuestra costa. Porque, aunque Carballo cuenta con el privilegio de formar parte de esa belleza salvaje de A Costa da Morte, sin embargo el municipio y, sobre todo el pueblo a, vivió históricamente de espaldas a su riqueza marina. El nuestro fue un municipio tradicionalmente agrícola, del que es prueba la fama de sus ferias y, aunque sólo unos cuantos kilómetros separan el núcleo urbano del Atlántico, solemos prestarle sólo atención cuando el calor llama a refrescarse en la playa.
De la Lagoa de Baldaio a la Lagoa de Carballo
El proyecto "Carballo, mirando al mar" nos descubrió que el mar es para disfrutarlo, para quererlo y para valorarlo en todas las épocas del año. Por lla riqueza ambiental de nuestro espacio natural Razo-Baldaio. Por sus múltiples posibilidades de ocio, desde la práctica de deportes como el surf hasta actividades como la observación ornitológica. Por el provecho que de él podemos tirar, como así muestra la actividad de nuestras mariscadoras o las iniciativas turísticas que surgen en su entorno.
Pero el mar es, sobre todo, fuente de inspiración. Así nos lo mostraron las 109 obras que se presentaron en las cuatro categorías convocadas en el concurso "Carballo, mirando al mar": fotografía, poema, videopoema y textos poéticos. Las obras ganadoras, los accésit y una selección, hecha por el jurado, podremos verla a lo largo de estas semanas en el barrio de A Lagoa. Sí, en el barrio de A Lagoa [en castellano, se traduciría como "la laguna"], porque de la importancia que el agua tiene para nuestro ayuntamiento, incluso para nuestro núcleo urbano alejado del mar, da cuenta el nombre del más antiguo de nuestros barrios.
En la inauguración de esta exposición al aire libre, que tuvo lugar el jueves 18 de junio, se entregaron los premios no sólo a las ganadoras y ganadores del concurso fotopoético, sino también a las muchachas y muchachos que quedaron en primer lugar en el premio literario infantil "Carballo, mirando al mar": Claudia Rama Mosquera (primer premio), Pablo Martínez Souto (segundo premio) y Xurxo Pena Vázquez (tercero premio), l@s tres del colegio A Cristina, así como Daniel García Torres, del San Luis Romero y Lara Otero Suárez, del Fogar, que se hicieron con sendos accésit.
Despidiendo "Carballo, mirando al mar"
Cierra con esta actividad un semestre de una intensa aproximación a nuestra riqueza marina. Desde aquel fin de semana de otoño en el que abríamos el programa "Carballo, mirando al mar" con un concierto y una ruta ciclista por el litoral, se sucedieron las actividades culturales, educativas, de ocio y también de formación profesional alrededor de las posibilidades de nuestra costa, como los talleres que tuvieron lugar en el Fórum alrededor de ámbitos como el turismo, la hostelería o la gastronomía.
No faltaron, para las y los niños, los bautismos de mar, visitas guiadas por nuestras mariscadoras o actividades de conocimiento de en medio ambiente costero, como la observación del rico habitat de aves de la laguna y de la marisma de Baldaio. Tampoco, para l@s mayores, rutas, safaris fotográficos o salidas para la observación ornitológica. Ni, por supuesto, iniciativas de creación cultural, como el propio premio fotopoético o los murales que varios de nuestras artistas locales pintaron en las paredes del pueblo, en un productivo maridaje del programa "Carballo, mirando al mar", con la iniciativa de arte urbano "Derribando, muros con pintura".
